Cada día
de forma consciente o inconsciente cometemos un error, una tontería, una
necedad que raya estrechamente con la actividad que ejecutamos o afectando los
diferentes roles que desarrollamos en la sociedad donde convivimos.
Ciertamente, tener un control de
ellos nos permitiría tener un mejor crecimiento y francamente
"atacarlos" y poderlos superar en algún momento definido; pero para
hacerles frente hay que conocerlos, identificarlos y así poderlos resolver con
la dedicación debida.
Para esto podemos utilizar el método
Benjamín Franklin, que consiste un archivo privado o carpeta con el rubro las tonterías
que he cometido, en él podremos anotar constancias escritas de todas aquellas
"tonterías" de que seamos responsables y que afectaron el curso de
una actividad o la resolución de un acto, por muy simple o por muy estúpidas
que parezcan deberían de incluirse todas. Obviamente no será un archivo
decoroso y tendrás que ser rebosante y completamente honrado contigo mismo.
Para usar este método, no se
trata de ser una figura o una persona de gran instrucción educativa,
simplemente se trata de que te retires en soledad por un rato por las noches,
anotes tus compromisos para el día siguiente y para la noche siguiente retomes
los compromisos anteriores, examinándote y juzgándote que hiciste y que dejaste
de hacer, checando ¿Qué equivocaciones
he cometido? ¿Qué necedad cometí para que no saliera así? ¿Qué tontería repito?
¿Qué cosas hice bien y hasta qué punto puedo mejorar mi actuación? ¿Qué lección
puedo aprender de esta experiencia? Si se te hace pesado hacerlo diario puedes
hacerlo semanalmente, quizás quedes aturdido ante tus garrafadas, o desdichado
por los resultados. Pero recuerda que este sistema de analizarte no es para el
ego, sino es para ver tus fortalezas y debilidades, es para recoger tus graves
defectos y comprendas que si no eliminas esas desventajas, no llegaras muy
lejos.
Una vez
que tengas el listado de lo repetitivo, batalla con cada una de ellas de manera
programada, proponte metas y lleva una bitácora de tus avances esto te ayudara
a resolver problemas más adelante, tanto de administración personal, organización
general y toma de decisiones. Recuerda que tus problemas jamás se deben a los demás,
esto necesariamente lo aprenderás a través de los años, pues con el tiempo descubrirás
que tú y solo tú eres el único responsable de tus contratiempos y de lo que
decides para resolverlos.
Y si te
preguntas que si logras algo practicándolo, solo falta que investigues que método
usaba Benjamín Franklin (Fundador de los Estados Unidos de América) H.P. Howell
(Presidente del Commercial National Bank & Trust Company), Abraham Lincoln y
Theodore Roosevelt (Presidentes de los Estados Unidos de América) entre otros.
Ellos lograron crecer personalmente y destacar en sus actividades gracias a que
tomaban sus malos hábitos en un listado y los combatían uno a uno hasta dar por
sentado que mejoraban en relación a ellos.
En lugar
de esperar a que otros lo critiquen, adelántese a ello y hágalo usted mismo, porque
si lo hace otra persona ¿Qué haría usted? ¿Acaso no se enfadaría? ¿Esto no lo pondría
a la defensiva en vez de entrar en razón? ¿Entonces porque lo busca? ¿Entonces por
qué no lo hace usted? En consecuencia conviértase en su propio crítico, ponga
en tela de juicio sus actos, sus razonamientos, su desarrollo.
Es hora
de que se vigile y póngase inmediatamente a corregirlos y deje de creer que no
se equivoca; Einstein admite que se equivocaba el 99% de las veces, si usted
admite que se equivoca el 89%, estará más que agradecido por tener la
oportunidad de poder sacar provecho de una situación al desglosarla, criticarse
y acumular hábitos repetitivos que pueden ser mejorados.
Lleve un
registro de las tonterías que ha hecho y critíquese de manera imparcial, útil y
constructiva.